sábado, 18 de julio de 2015

Las Ocho Maravillas de Anthara: La Espada de Lundstrom.

Vamos a por la tercera entrega dedicada a descubrir algunos de los monumentos y/o construcciones más enigmáticas e impresionantes de Anthara. Naturalmente, las auténticas maravillas suelen pasar siempre desapercibidas, pero todo buen aventurero que se lance al viaje ha escuchado hablar de estos sitios y anhela visitarlos.

En este caso, vamos a viajar a la cuarta ciudad más poblada del continente de Áinster, Lundstrom. La misma daba nombre al reino, pero en la actualidad forma parte del Reino de Istronia, como explicamos en la anterior entrada. Dicha ciudad se asienta en un llano, dispuesta de forma desordenada sin que medie una planificación urbanística concreta, salvando dos detalles: el primero, que las zonas comerciales más importantes así como los gremios se asentaron en una misma zona con idea de otorgar algo de orden al aparente caos que gobierna la urbe; el segundo, que existen dos montañas de cierta importancia que se sitúa, respectivamente, en el centro neurálgico de la ciudad y en las afueras. La que se sitúa a las afueras es conocida como el Risco de los Grifos, por la evidente presencia de estas criaturas, símbolo de la ciudad. Pero la que nos interesa es la segunda, llamada La Montaña de la Espada. En las faldas de esta montaña seca, sin vegetación, se asientan las familias nobles, y es una zona de gran confort y dinero (hay presencia de casinos, actividades deportivas de cierto poderío, etc.). El antes Palacio Real transformado ahora en el Cabildo Consistorial también se encuentra en este espacio. En lo más alto de la misma una espada de proporciones gargantuescas se asienta clavada en lo más profundo de la montaña, en una inclinación acusada. Es más factible adivinarla observando la siguiente imagen:


Se observa una calle cualquiera de la ciudad y la susodicha Espada.


Lundstrom es uno de los emplazamientos humanos más antiguos de los que se tiene constancia. Pero todo registro que se ha llevado a cabo a través de investigaciones históricas de cierto calado dan como resultado que dicha arma estuvo ahí antes de la mismísima ocupación de estos. Freeman nos dice en sus Retazos Sueltos:

"Las transcripciones del común más primitivo encontradas en las rocas de cuarzo situadas en el Palacio Real de Lundstrom hablan del Culto a la Espada, como una eminencia que podía representar situaciones a sus adoradores a través del sueño. En lo acontecido [...] revela que había existencia de este culto en esos momentos en los que los humanos siquiera manejaban bien su propio idioma, y eso nos traslada al primer proceso de la Creación [...]

La existencia de trazos cuneiformes, a su vez, superpuestos a los caracteres humanos habla de un idioma anterior al nuestro, y a unas criaturas que debieron hablarlo."

La cuestión es interesante y plantea la siguiente pregunta: ¿existió la Espada antes que los Mortales? Si es así, los dioses nunca han amparado una respuesta sobre este artefacto al que se limitan a ignorar, como vemos en que ningún culto haya decidido hacer patente su interés sobre el mismo. El metal que forma parte de la hoja no se relaciona con ninguno conocido. La espada emite un constante fulgor verde, y su empuñadura no representa motivos concretos que inciten a pensar en una respuesta medio coherente de su origen.

Si hay algo que quizás llama más la atención aún de este artefacto, es que al ser una espada, está para ser empuñada. O ya lo habría sido. Pensar en un ser de tal proporciones ha promovido todo tipo de teorías, y no es extraño escuchar cánticos de salvación por las calles de la ciudad de manos de los Hijos de la Espada, cuya orden está formada por poco menos de un centenar de personas que se dedican a gritar a los cuatro vientos que la espada les habla y les susurra, cuanto menos, un futuro lleno de atrocidades si no se acometen a su culto. Hablan de extrañas criaturas de cuerpos humanoides de quince pies, y de una venganza no contemplada. Las autoridades les permiten sus chanzas, al no ser peligrosos.


Vista de la empuñadura.


En definitiva, el enigma de la Espada de Lundstrom ha cedido empeño a otra cuestiones más reales, aunque el ahora gobierno local siempre destina una partida a que investigadores de todas las áreas estén permanentemente investigando, siendo los únicos que tienen acceso a la hoja más allá de la zona abierta a los turistas, que por una cómoda aportación pueden tocar la espada y pasear por unos bonitos jardines realizados a tal uso, muy próximos al Cabildo Consistorial. Y hablando del mismo, la rumorología siempre ha defendido que en este lugar hay un rincón secreto que da al interior de la espada, un lugar en el que espacio y tiempo son diferentes y que aguarda multitud de tesoros en su haber. Habladurías o no, lo cierto es que nada se sabe al respecto. 

Si Lundstrom ya es una ciudad a visitar por lo afable de su gente, su gastronomía de productos vegetales, sus casinos, su Paseo de los Grifos y sus varios museos, el hallarte ante un enigma de tal magnitud y contemplar dicha creación de tiempos inmemoriales requiere una estancia obligada. 


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